
Diez razones por las que deberías aprender a bucear
diciembre 29, 2017COÑECENDO O MAR DA COSTA DA MORTE
enero 2, 2018Posiblemente sea el naufragio del RMS Solway en 1843 el primero que levantó las reclamaciones del gobierno inglés al español sobre la falta de señales marítimas y medios de salvamento de buques en Galicia, por lo menos es en esta fecha cuando por vez primera localizamos estas denuncias oficiales, tanto en el Parlamento como en los diarios de Londres.
Un siniestro que tendrá consecuencias inmediatas y muy onerosas para el puerto de A Coruña, que dejará de ser puerto de atraque de pasajeros en ruta. De hecho hasta el siglo XXI la ciudad no se convirtió en escala de buques de pasaje por estar en las proximidades de la “coast of death” o el “valley of death”. La costa o valle de la muerte.

vajilla parecida con el mismo escudo a la encontrada en los restos del solway pertenecientes a la Royal mail steam packet company o RMSP
En 1839, con apoyo de la Corona, Inglaterra ponía en servicio a través de la RMSP una serie de líneas de vapores de correo y pasaje. A Coruña era una de sus escalas estratégicas y para ello había una estación de aprovisionamiento de carbón, agentes y consignatarios.
La catástrofe de la Solway al chocar en los bajos de Baldaio saliendo del puerto herculino tuvo el efecto inmediato de la búsqueda de alternativas al paso por la peligrosa Costa da Morte, en donde no había un solo faro, y a la base coruñesa como lugar de aprovisionamiento en la ruta a Madeira.
De hecho las iniciativas a la primera ley estatal de faros en donde se señala la ubicación de luces en Fisterra, Vilán o Sisargas nace tras este desastre tan poco conocido. En 1846 el siniestro del Liverpool en Gures agiliza los trámites mientras los parlamentos europeos y la prensa internacional sacude a nuestro gobierno.
La tragedia del Solway en Baldaio causó la perdida de la ruta del pasaje coruñesa
El siniestro del RMS Solway causó 35 muertos. El capitán era R.C. Duncan. De hecho fue el primer gran barco naufragado de la compañía RMSP, pues el segundo, Medina lo había sido en 1844. anteriormente habían perdido la pequeña goleta de madera Isis. La RMSP empezó a construir 14 vapores a paletas de unos 1800 tn, 1285 tn brutas, con motores de Maudsley Sons and Field

motor de vapor del solway hundido en las bajos de baldaio en la costa da morte
, en la ruta de Blackwall-Londres a Antillas. El Solway inició esta ruta vía Vigo el 17.12.1841.Criticaron duramente en Inglaterra, tanto armadores como gobierno, la falta de ayudas a la navegación, como faros, señales marítimas, en Galicia, y por ello estas líneas dejaron de usar el puerto de A Coruña como escala. Así tras el accidente regresó a Southampton el barco pontón usado para abastecer de carbón los buques correo en nuestra costa, el “coal bunker” North Britain. RMSP desde 1875 empezaría a hacer escala en Vigo y Carril en su ruta a América del Sur. Esto trajo otra consecuencia, las mayores posibilidades de emigrar a América de los gallegos.

fotografía submarina de los restos de la rueda de paletas del pecio Solway tomada por buceo malpica
Noticia en Londres sobre el siniestro del barco hundido en Galicia
Pascal Kainic hace una descripción del naufragio de boca de uno de los náufragos que llevó la primera noticia a Londres:
La pérdida del Solway, buque correo real a vapor a las indias occidentales, de 1.700 toneladas, en el 7 de abril de 1843, en su viaje de ida, sucedió a 15 millas de a Coruña con el sacrificio de un buen número de vidas, incluyendo la de su comandante el capitán Duncan. La triste noticia fue traída por el Lady Mary Wood, que llegó en ese día a Southampton, desde Lisboa.

construcción de la rueda de paletas como la del Solway
El Solway zarpó de Southampton el sábado 1 de abril y llegó a A Coruña sin contratiempo. En el 7 del corriente, dejó a Coruña en ruta a Madeira, en su viaje a las Indias Occidentales, y pasó el faro a las 10 horas. A las 12.10, yendo a toda velocidad, golpeó en el bajío Baldaio varias veces, hundiéndose finalmente a 20m de profundidad. En sólo 20 minutos transcurridos después del primer golpe, sucumbió. El agua pronto llegó a la sala de máquinas, las calderas se colapsaron y explotó.
Antes de hundirse golpeó en unos de los bajos de Baldaio varias veces
La mayoría de los pasajeros y la tripulación estaba fuera de servicio o durmiendo. Era de noche, con buen tiempo y con luna clara, de lo contrario la pérdida de vidas habría sido mucho mayor. Cuando fue lanzado primeramente el esquife muchos se subieron a él pero era frágil y no estaba destinado a llegar a la orilla. Por alguna causa aún no explicada, se hundió, y perecieron todos y cada uno de los que iban a bordo.
Una bote de paletas se puso en uso, a la deriva para ahorrar tiempo, y cayó en la parte alta del agua inundándose hasta la mitad, pese a ello, sirvió para salvar a 52 personas. El capitán Ducan murió en un acto de coraje al dejar marchar el segundo bote de paletas del barco para que llegaran a la tierra las personas que iban a bordo. Fue visto por última vez en esta tarea humanitaria cuando el buque escoró, y se perdió con él.

Carta nautica de la zona del hundimiento del Solway en los Bajos de baldaio en 1843
Rutas de la Royal Navy
Al salir del puerto, pasamos por uno de los botes salvavidas, aparentemente lleno de gente, más adelante pasamos por uno de los botes pequeños con 9 hombres. Llegamos al Solway sobre las 12.30 horas y para darles una idea la profundidad del agua, puedo decir que sólo sus mástiles de mesana sobresalían del agua. Estaba escorando mucho y probablemente, en poco tiempo se haría pedazos ya que empezaba a soplar un fuerte viento del noroeste.
El barco está a unos 3 kilómetros de la base en donde está el agente y su guardia, con el fin de recoger a los muertos o cualquier propiedad que pueda llegar a tierra. cuando el viento amaine se hará, si el agente considera necesario ir al lugar en un barco.
Después de haber revisado en sus papeles y en cuentas diversas en relación con la pérdida del Solway, creo que soy el único pasajero en la actualidad en Londres, y me incumbe especialmente a mí, hacer públicos ciertos hechos relacionados con la triste catástrofe que ha llevado a la pérdida tan lamentable de vidas. La tarea es ingrata pero un sentido imperativo del deber me induce a hacerlo.
Antes de entrar más en el tema, permítanme dar testimonio del buen capitán Duncan, que dio apoyo de todas las clases a bordo de su barco, a desprecio de su seguridad personal, su única preocupación era salvar la vida de los demás. Elementos de confort había en gran cantidad a bordo y el barco en sí era una fuerte torre y un buque admirable sobre el mar.

Buceador en los restos del pecio Solway un barco poco conocido en Galicia
Habiendo hecho estas salvedades tengo que comunicar que el rumbo seguido del Solway al salir del puerto de A Coruña y hasta el momento en que lo percibí era NW y al chocar escapé saltando desde el mástil en cubierta por la borda con la esperanza de llegar a un pequeño barco lleno de marineros y oficiales. Yo estaba sumergido en el agua y las piernas gravemente contusionadas contra un lado del bote. Me sentía sofocado por el humo y las cenizas que salían desde la bodega. Durante un tiempo considerable no pude observar claramente lo que pasaba a bordo de la nave, pero vi que se hundía.
La nave llevaba carga general, incluyendo correo y una especie de caja de 1300 libras esterlinas
Todo el período transcurrido desde el momento en que varó hasta que se hundió no excedía los 25 minutos. Yo aquí comentaría que aunque le doy el capitán Duncan un buen crédito por tratar de disipar todos los temores y la alarma de los pasajeros, me veo obligado a afirmar que si se hubieran despertado a tiempo muchos de los que estaban dormidos se habrían salvado más. Cuando el Solway chocó iban vientos ligeros, inclinándose a la calma, con mar de fondo. Siendo unos pocos minutos después de la medianoche la mayoría de las personas a bordo, a excepción de aquellos que buscan salir de su horario de costumbre, estaban dormidos. Los que se salvaron en los pocos botes bajaban casi en un estado de desnudez.
El cónsul español Eduardo Santos y los comandantes de dos buques franceses de guerra que venían hacia los restos del naufragio, dieron toda la asistencia que estaba a su alcance. El capitán general, su señora y sus hijas también se comportaron con la mayor amabilidad y con muestras de dolor. 98 personas se salvaron, 35 almas se ahogaron. El teniente Wentworth de la Royal Navy y el agente a bordo de la Solway perdieron todo lo que tenían a bordo tanto de propiedad pública como privada.