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julio 21, 2020Entre los muchos rincones mágicos que tiene la Costa da Morte, las Islas Sisargas es uno los lugares más privilegiados. Cada verano son muchas las personas que quieren disfrutar de este paraíso natural único con Buceo Malpica, bien para tomar el sol y dar un paseo o para disfrutar de los secretos de sus profundidades.
Este archipiélago pertenece a la parroquia de San Xulián de Malpica y está situado a 900 metros del cabo de Santo Hadrián, separado de él por el paso marítimo Carreiro da Illa. Son tres las islas que forman este archipiélago: Sisarga Grande, Malante y Sisarga Chica, además de los islotes Chalreu, y Magnánimo. Se cree que hace 10.000 años, debido a la bajada del nivel del mar, estuvieron unidas al continente formando un continuo con la península de Beo.
Sisarga Grande
Con una superficie de un kilómetro cuadrado y una cota máxima de 102 metros sobre el nivel del mar, Sisarga Grande es la isla más impresionante del archipiélago, con fuertes acantilados con grutas y paredes muy recortadas en su zona norte; uno de los paisajes que más impresiona a sus visitantes. En la zona sur de la isla el relieve es más suave, con acantilados bajos e inclinados. Otro de sus atractivos, en especial durante el verano, es la pequeña playa cercana al muelle por donde se accede a la isla. Su superficie aplanada facilita su recorrido a pie.
Isla Malante
La Isla Malante está situada al este de la Sisarga Grande y separada de esta por el Canal da Estádiga. Supera en algo los 50 metros de altura sobre el nivel del mar y presenta una asimetría similar a la Sisarga Grande, con el norte más escarpado y el sur con un relieve más suave.
Sisarga Chica
Sisarga Chica está al sur de la Isla Malante y separada de ella por el Canal de Esteirón. Tiene una cuota máxima de 30 metros sobre el mar.
Estas dos islas más pequeñas están formadas por unas rocas más blandas y más fáciles de erosionar que el granito de la Sisarga Grande, por lo que presentan relieves más suaves, menos acantilados y pendientes menos pronunciadas. Su formación es de las más antiguas de Galicia y podrían tener alrededor de 570 o 510 millones de años.
En este archipiélago no existen carreteras ni pistas forestales. Solo hay una pequeña senda que une el faro y la capilla con el pequeño embarcadero al sur de Sisarga Grande, que es la ruta que más recorren sus visitantes para disfrutar de las islas.
Historia y leyendas de las Islas Sisargas
Además de su origen geológico de millones de años, las Islas Sigargas tienen un importante legado histórico que parte de la época romana. Los historiadores Plinio y Ptolomeo cuentan que el cónsul romano Sextio, en su conquista de esta parte de Hispania, mandó construir un templo a la divinidad del emperador César Augusto (las Aras Sextianas de culto al César), que algunos investigadores interpretan situado en estas islas; de ahí el nombre de Cesáricas que, por deformación lingüística, derivarían en Sisargas.
En la Edad Media y la Edad Moderna las islas pertenecían al Conde de Altamira, a pesar de que tanto la villa de Malpica como las parroquias de Barizo, Cerqueda, Cambre y Vilanova pertenecían a la Mitra Compostelana. Por tanto, era al Conde de Altamira al que los pescadores tenían que pagar los impuestos por pescar en el archipiélago.

Hoy en día los descendientes de esta familia nobiliaria siguen siendo los propietarios de las islas, tras los fallidos intentos de compra por parte de la Administración pública para tratar de incluir a las Sisargas en el parque nacional de las Illas Atlánticas.
Asimismo, hay referencias de que en las islas hubo una pequeña ermita destinada al culto de Santa Mariña que fue destruida en el siglo XVI por los corsarios ingleses, más concretamente por el pirata Francis Drake, según la leyenda. Unos restos semienterrados entre la maleza de la explanada que da acceso a la playa de las Cunchas podrían ser sus cimientos.
Las Islas Sisargas están también están muy presentes en la historia ballenera de Malpica, siendo “O Talieiro” de la Isla Malante uno de los tres lugares de vigía del paso de cetáceos durante el período migratorio de las ballenas que había en el municipio. Avistados los grandes cetáceos, los mareantes se lanzaban en lanchas de remo y vela a la caza de los ejemplares acompañantes de crías, al ser más vulnerables por nadar más lento.
Este archipiélago malpicán es, además, protagonista de la historia de los naufragios de la Costa da Morte. Y es que en las Sisargas se construyó el primer faro del Plan General de Alumbrado de las Costas Españolas puesto en marcha tras el trágico naufragio del Solway en los bajos de Baldaio en 1843.
Además de su importante historia, las Islas Sisargas están plagadas de leyendas. Posiblemente, la más antigua nos sitúe en ese hipotético pueblo celta que, en sus viajes por estas latitudes, levantó un santuario a una de sus diosas del mar. Años después, el cristianismo quiso combatir estos cultos paganos y, en vez de prohibirlas, las reinterpretó para el pueblo como devoción a Santa Mariña. Otra leyenda antigua pagana pone de manifiesto que los marineros fenicios, navegando por estas tierras en busca de estaño, construyeron en estas islas un templo a Hércules.
En Buceo Malpica te llevamos a disfrutar del paraíso atlántico en las Islas Sisargas por tierra y mar
Sin embargo, una de las más conocidas es la leyenda de Santo Hadrián, que mientras realizaba su labor evangelizadora por estas tierras liberó al Cabo de Beo y a las Sisargas de la gran cantidad de serpientes que asolaban a la población. La leyenda dice que Santo Hadrián se acercó a la orilla del cabo que hoy en día tiene su nombre y pisó una serpiente, dejándola petrificada en la roca, al tiempo que ordenaba ahogar a todas las demás. En la ribera del Cabo, en el lugar de O Portiño, quedaron como testimonio dos oquedades que los lugareños atribuyen al pie y a la taza del santo, así como la figura pétrea de la serpiente muerta en un pliegue rocoso de “seixo” amarillo.
Otra leyenda nos habla de los tiempos de rapiña pirata por estas costas y de la decisión de un capitán corsario de esconder sigilosamente en algún lugar de las Islas Sisargas el tesoro acumulado del pillaje. Su muerte prematura impidió que pudiese recuperarlo. Piratas marinos y, posteriormente, los torreros del faro excavaron durante años las tierras de las islas sin dar con el escondite en el que todavía sigue el tesoro.
La riqueza natural de las Sisargas
Más allá de su historia, las Islas Sisargas gozan de singularidades ambientales y paisajísticas que las han incluido en el LIC Costa da Morte y dentro de la Rede Natura 2000. Además, están declaradas Zonas de Especial Conservación (ZEC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Zona de Especial Protección de los Valores Naturales (ZEPVN).
Las Sisargas destacan por su gran riqueza ornitológica debido a que es un lugar de nidificación y avistamiento de varias especies marinas. En el archipiélago se pueden avistas ejemplares de gaviota oscura (que tiene en las Sisargas la mayor colonia de la Península Ibérica); gaviota tridáctila, que solo anida en Galicia; el Arao dos cons, en peligro de extinción; o el Cormorán Moñudo o cuervo marino.
La vegetación, sin embargo, no abunda. Los vientos constantes que soplan en las Islas Sisargas limitaron el crecimiento de especies arbóreas. Predominan algunos arbustos como el brezo (as queiroas); endemismos propios del noroeste peninsular como el carpazo y vegetación herbácea y casmofítica en las pendientes, que es aquella que crece en las grietas de las piedras, entre las que destaca la “herba de namorar” o clavelina de mar.
Así y todo, podemos encontrar un bosque de repoblación de pinos de porte considerable, alguna morera branca y alguna higuera aislada.
Otro de los tesoros naturales de las Islas Sisargas está bajo el mar, por lo que son consideradas un destino emblemático de buceo en la costa atlántica europea y forman parte de la WAOH Route.
Qué ver en las Islas Sisargas
El paisaje es uno de los principales atractivos que hay en las Islas Sisargas. Desde esta atalaya se puede divisar casi toda la Costa da Morte. Pero también hay otras zonas de interés a las que puedes llegar dando un agradable paseo.
Subiendo hasta los más alto de la Sisarga Grande, encontramos la Casa del Faro, que se empezó a construir en 1851, y que está asomada al balcón central del empinado acantilado norte. El edificio, diseñado por el arquitecto Celedonio de Uribe, sigue el patrón arquitectónico de otros muchos faros de España, con su forma rectangular.
Las Islas Sisargas son un destino emblemático de buceo en la ruta de la costa atlántica europea
El torreón en el que está la linterna tiene una altura de ocho metros y su haz de luz tiene un alcalce de 33 millas náuticas. La linterna sufrió cambios en sus 165 años de existencia. Comenzó siendo una lámpara de aceite que aumentaba sus haces de luz intermitentes a través de un aparato catadióptrico giratorio. Pocos años después, la lámpara fue sustituida por un mechero que quemaba parafina.
En 1912 el faro volvió a sufrir reformas de mejora que culminaron el 1 de octubre de 1915. Esta vez, la lámpara pasó a ser un mechero con capillo de hilo en el que se filtraba petróleo a presión provocando una potente iluminación multiplicada por una campana giratoria ovoidal.

En la década de los 90 se instaló en las inmediaciones del edificio del faro un panel solar para alimentar eléctricamente la nueva lámpara de la linterna. La última puesta al día del faro llegó en el 2002, con su automatización, lo que supuso la desaparición del farero. En la actualidad en faro es controlado desde la Torre de Control Marítimo de A Coruña.
Desde su construcción el edificio del faro tuvo espacios reservados para vivienda de los fareros. En 1969 se construyeron frente al faro cuatro nuevas viviendas y en el verano de 1991 se remodeló el interior del edificio del faro para adecentar las viviendas viejas.
En la Sisarga Grande también podemos encontrar el llamado “Faro Vello” que se levantó provisionalmente durante los trabajos de mejora del faro original que se realizaron entre 1912 y 1915. Mucho más pequeño que el faro en obras, con la inauguración del mismo, este edificio quedó en desuso y hoy está en ruinas.
Cuando se llevaron a cabo las obras de mejora en el faro, también se construyó el edificio de la Sirena o “Vaca do mar”, que está al oeste de la Sisarga Grande. Su finalidad era dotar a la isla de una sirena antiniebla como ayuda complementaria a la luz del faro. Las primeras señales acústicas eran provocadas por cañonazos de explosión de acetileno.
Este sistema fue modificado posteriormente con la instalación de grandes buguinas que, a intervalos, lanzaban tres sonidos producidos por aire a presión alimentado por motores a gasoil. El salitre arruinó este mecanismo a finales de la década de los 60, provocando su abandono y la consecuente ruina del edificio.
Si prefieres quedarte en tierra, podrás disfrutar de un tranquilo paseo por la Sisarga Grande, visitando el faro y gozando de la vista de buena parte de la Costa da Morte
A raíz del deterioro de la Sirena existente, se construyó en el punto más al norte de la Sisarga Grande una sirena eléctrica –La Sirena Nueva–, que la accionaba un generador de corriente alimentado por unos motores a gasoil, y que dejó de funcionar por los cambios realizados a raíz del nuevo Plan de motorización y automatización que la Autoridad Portuaria de A Coruña pretendía realizar con los faros de la zona. Desde entonces dejaron de oírse los sonidos de la “Vaca do mar” en los días de niebla costera.
Por las riberas más abruptas de este archipiélago se puede ver aún hoy en día el trazado de viejos caminos de subida y bajada a lugares salientes para los percebeiros y pescadores. Todavía se conserva, por estar en uso actualmente, el viejo camino que bordea gran parte del acantilado norte de la Sisarga Grande.
Como ves, no hay una sino mil razones para conocer las Islas Sisargas. Si quieres visitar este paraíso natural de la Costa da Morte lleno de historias y leyendas, en Buceo Malpica te llevamos. Solo tienes que visitarnos en el puerto de Malpica o ponerte en contacto con nosotros. Te aseguramos que vivirás una experiencia única.
Escrito por Xurxo Alfeirán